lunes, 19 de julio de 2010

En el principio, como en el fin del mundo.


Cada tarde se saltan las montañas y se esconden bajo el manto de vida, bajo las raíces y bajo de los pies, bien debajo. Cada nuevo día
vuelven a saltar; del otro lado ya también… y brincan por encima de nuestras cabezas para saltar aquel lado de allá nuevamente.
Así juegan los astros todos los días, el sol lo hace solito la mayoría de las veces; la luna travesea con el y las estrellas por igual, noche o día.
He aquí una galaxia intrépida alejandose, saltados ya los cerros del país de las dos luces, del Uru Uru; a mitad del aguayo de los altos, de los gigantes, del altiplano.
Desde hace muuuucho quise unir estas fotos y mostrarlas (por lo menos a quienes le guste el paisajismo, como a mi; hablando del dramatico o melancolico). Parece una toma del principio de los tiempos. Realmente es un atardecer tormentoso al norte de la ciudad de Oruro, es bastante lejitos por eso no se ven botellas ni bolsas tiradas por doquier. Las tome antes de arrancar el plan vivienda por la zona. Asi que esta es la ultima vez que veremos estas pampas desiertas (lamentablemente). Pero eso sí, delante de esos cerros hay unas vistas preciosas de los atardeseres, allá por donde Rumicampana. Las lucesitas rojas al nivel del suelo son las luminarias de la ciudad, hasta donde pude notar no hay ningun ovni en esta composición. El detalle no era muy bueno desde el principio porque la tome de mi celu hace como un año; son dos panoramicas, la de la derecha salio doble cara por el efecto de la luminosidad del sol al fondo, intente opacar la original para igualarla a la otra de la izquierda; por lo menos empareje de algun modo los cielos. Lo sorprendente es que pese al horrible viento que hacia y al terreno poco regular donde estaba parado, pude coincidir perfectamente las 3 imágenes que captura la panoramica, en los dos casos.
PD: se que esta chistoso lo que dije al principio… pero asi pienso. ¡¡¡Que chanfles!!!

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